Paolo Guerrero ha recibido una mala noticia esta semana al saber que el juicio que le sigue el poderoso Flamengo de Brasil estaría próximo a causarle un nuevo forado en sus cuentas bancarias y según información de Phillip Butters el futuro financiero del ‘Depredador’ se pintaría complicado de cara al futuro y el final de su carrera.
Así, el comunicador presentaba las portadas de los principales diarios de la capital, pero se detuvo cuando una de ellas daba cuenta del juicio que Flamengo sigue al ‘Depredador’ para que devuelva una millonaria cantidad de dinero. “Paolo en problemas, Flamengo pide cantidad que le pagó por anticipado cuando tuvo su caso de doping. Hizo juico en justicia ordinaria y el proceso está en curso”, dio lectura el popular ‘Sabelón’.
“Yo le he dicho una vez a Puchungo: No tiene buen futuro económico Paolo, yo sé lo que les digo. Eso del doping fue mucho más grave de lo que se cree. Perdió contratos publicitarios. Por algo ‘necesita’ seguir jugando, le dije a Puchungo, y no me cree…”, expresó Butters.
Paolo Guerrero: Egresos vs ingresos
La situación de Paolo Guerrero empezó a ser complicada desde aquella sanción por dopaje donde perdió el auspicio de importantes marcas transnacionales. Su valor en el mercado pasó de 8 millones en un dramático declive desde que dejó Hamburgo (2010). Después del fatídico 2017 su cotización pasó a valer 3.5 millones de dólares y desde el 2020 esta cifra cayó de 1.8 millones de euros a solo 250 mil euros según el portal transfermarkt.
En octubre del 2021 el ‘Depredador’ tuvo que resignar una importante suma de dinero para tener su liberación de Inter de Porto Alegre y poder tratar su lesión en la rodilla derecha en Alemania. Este costoso tratamiento no habría bajado de 200 mil euros, fuera de los pasajes y gastos extras en Europa.
No obstante, el jugador también tuvo que invertir una cantidad similar para poder ser tratado en The Steadman Clinic, en Denver Colorado donde pudieron tratarlo de manera satisfactoria y tuvo complementar el resto de su rehabilitación en la sede central de EXOS en Arizona, hasta donde llegó por recomendación de su preparador físico Rodrigo Araya, quien firmó un contrato de exclusividad para acompañarlo desde diciembre del 2021 hasta julio del 2022.