Un chico que dio positivo a la viruela del mono en el Perú y que se encuentra internado en el Hospital Nacional Arzobispo Loayza relató a la agencia AFP su testimonio y la situación que atraviesa al ser diagnosticado con esta enfermedad.
“Cuando empecé a tener las lesiones en las extremidades (…) me alarmé”, relató a la agencia el ciudadano peruano de 32 años que contrajo la viruela del mono.
“Tengo una enfermedad preexistente [VIH] y había dejado el tratamiento, eso ha hecho quizás que el cuadro de la viruela de mono se me haya extendido”, agregó este hombre, que pidió mantener el anonimato y que permanece aislado en el Hospital Nacional Arzobispo Loayza, situado en Lima, desde el 4 de agosto.
No obstante, tiene lesiones circulares, algunas ya cicatrizadas, en sus manos, brazos, pies y en menor medida en el cuero cabelludo y en el tórax. También en la zona genital y en la boca.
“Nunca tuve fiebre ni dolor muscular, ni ninguno de los síntomas que indica la patología de la enfermedad, simplemente me aparecieron las lesiones”, señala.
Dice que ignora como se contagió, pero lo atribuye a que mantenía una intensa actividad social. “Es por un tema social. Estos dos últimos meses he estado saliendo mucho a reuniones sociales y probablemente por ahí ha sido el tema del contagio”, afirma.
“Fue algo muy sorpresivo”, añade el paciente, quien tuvo los primeros síntomas el 15 de agosto.
“Me sale una lesión en el labio, como una especie de herpes, y a la semana siguiente en los genitales y la misma figura en las extremidades superiores e inferiores”, dice el paciente peruano.
“Son dolores muy intensos que te vienen de pronto y me ha pasado en estos días que el calmante no calma las ocho horas que normalmente debería, sino menos”, agrega.